To Peru and Back Again!/¡A Perú y de regreso!

Adelaide Murrey, one of our graduates, inspired her peers to go on a mission trip to Cusco, Peru, as a post-graduation trip. Seven of our graduates and I traveled to Peru and met up with Fr. Andres Gutierrez from Immaculate Conception Church in Hendersonville. Fr. Andres is a former missionary to Cusco and still a member of the missionary community that serves the Cusco parish and mountain communities. He let us tag along with him on his pastoral visits to several remote mountain communities, a mission outpost, a hospital run by sisters in the city of Cusco, two mission schools and a farm/retreat center also operated by sisters. Each student brought a winter coat to give away to the needy, and Millie Hernandez brought two large bags of gifts for the younger children in one of the schools. The highlight of the trip was participating in the Corpus Christi procession at St. Joseph the Worker School. Between all of these extraordinary experiences, we were able to visit some of the beautiful and historic sites in Cusco and in the surrounding mountains. There are so many stories to tell! It will take a long time for the full impact of what we witnessed and experienced to sink in.


¡A Perú y de regreso!

Adelaide Murrey, una de nuestras graduandas, inspiró a sus compañeros a partir un viaje misionero a Cusco, Perú, como viaje de graduación. Siete de nuestros graduandos y yo viajamos a Perú y nos reunimos con el padre Andrés Gutiérrez de la iglesia Immaculate Conception de Hendersonville. El padre Andrés ha hecho labor de misionero en Cusco y aún es miembro de la comunidad misionera que sirve a la parroquia de Cusco y comunidades de las montañas. Nos permitió acompañarle a sus visitas pastorales a diversas comunidades en las montañas, un puesto de misión, un hospital a cargo de hermanas en la ciudad de Cusco, dos escuelas misioneras y una granja y centro de retiros también operado por hermanas. Cada estudiante trajo un abrigo de invierno para compartir con alguien necesitado y Mildred Hernández trajo dos grandes bolsas de regalos para los niños más pequeños en una de las escuelas. La parte más memorable del viaje fue la participación en la procesión de Corpus Christi del colegio San José Obrero. En medio de todas estas extraordinarias experiencias, también fuimos capaces de visitar algunos de los hermosos sitios históricos de Cusco y sus montañas circundantes. ¡Hay tantas historias que contar! Tomará un largo tiempo para que podamos absorber todo el impacto de lo que presenciamos y experimentamos.